En las aulas Montessori, los niños toman decisiones creativas que conforman el camino a su aprendizaje. A su vez, el maestro le propone actividades apropiadas para su edad y le deja interactuar para que halle por sí mismo la solución.
Con estas dinámicas; los pequeños estimulan sus capacidades psicológicas y motoras, así como potencian habilidades de coordinación, creatividad, exploración, autonomía, razonamiento y lógica.
Fundamentos del método Montessori
María Montessori desarrolló los principios de su pedagogía observando el comportamiento de los niños en un entorno libre donde todos los objetos didácticos estaban a su alcance. Ella pensaba que los niños eran capaces de hacer cosas por sí mismos, pero los adultos no se los permitían, ya que los ponían constantemente en situaciones de dependencia.
Como médico y maestra, se interesó en ayudar a niños considerados deficientes o con bajo potencial de aprendizaje. Trabajó con ellos utilizando materiales prácticos y, solo en un año escolar, aprobaron los exámenes estatales y superaron a varios de de sus pares.
La aplicación del método Montessori a otros niños de condiciones normales demostró que desbloquea un potencial nunca antes visto. Los niños tienen mentes absorbentes como esponjas en los primeros seis años y, por ello, necesitan estar siempre activos explorando. Este etapa se llama “periodo sensible”, ya que el aprendizaje se da de forma natural y fácil.
Montessori experimentó y creó materiales para facilitar este aprendizaje espontáneo por parte del niño. De esta manera, cuando se le deja solo, el niño escoge lo que necesita y, en su interacción con el objeto, potencia sus habilidades.
Así, esta maestra italiana comprobó que los niños aprenden mejor en un ambiente diseñado para suplir sus necesidades de desarrollo. Por ello, los espacios Montessori cuentan con materiales y recursos que incentivan la libertad de exploración, el pensamiento, la resolución de problemas y la creatividad.
Beneficios de la pedagogía Montessori
El Método Montessori crea un entorno educativo estimulante donde los niños pueden aprender en libertad y paz. Además, crecer en entornos que los mantengan concentrados, los hace niños más tranquilos y alegres que el resto.
Los pequeños también aprenden más rápido de su entorno que de las palabras de su maestro, por lo tanto, se sienten más capaces de valerse por sí mismos y están más comprometidos con su desarrollo personal que otros.
Otros beneficios de esta pedagogía son:
- Cada niño es único, ya que el método Montessori se preocupa por individualizar los procesos de enseñanza y aprendizaje atendiendo a las necesidades de cada niño.
- Debido a que se trata de un método de estimulación temprana, los niños desarrollan la independencia, la concentración y el orden más rápido que otros pequeños.
- Los niños marcan su propio ritmo de aprendizaje. Los pequeños disfrutan de cierta libertad para decidir sobre su enfoque de enseñanza y qué cosas les interesan.
- En los espacios Montessori, a medida que crecen, los pequeños reconocen sus errores, los corrigen y aprenden de ellos.
Además de esto, los niños desarrollan al máximo sus capacidades como exploradores natos que involucran la curiosidad, la creatividad y la autosatisfacción.
Montessori en casa
El método Montessori no solo se aplica en escuelas sino también en los hogares. Considerando las ventajas de esta pedagogía, los padres han trasladado parte de este ambiente estimulante a las habitaciones de los niños y los salones de juegos en sus casas.
Aplicar los principios Montessori en casa es sencillo. Para lograrlo, aconsejamos:
- Preparar el ambiente
Los espacios Montessori son simples y solo cuentan con lo necesario. De esta manera, los niños no se distraen ni se saturan con demasiados objetos a su alrededor. El primer paso es desechar aquello que no es útil para el niño y sustituirlo con materiales Montessori especialmente creados para potenciar sus habilidades
- Organizar
Es importante mantener los objetos ordenados, así el niño sabrá dónde encontrar sus cosas. Además, también es fundamental que los materiales se encuentren a su alcance para no impedir el desarrollo de su independencia. Para ello, es recomendable usar estantes sin puertas que estén a su nivel.
- Simplificar
Limitar la cantidad de juguetes alrededor del pequeño le hará las tareas más sencillas, pues mejora su capacidad de atención y concentración. El niño puede contar con un juguete Montessori de cada tipo; como uno de puzzle, otro de bloques y otro de arte. Lo importante es que cada uno estimule habilidades diferentes.
Cada cierto tiempo, estos juguetes Montessori se intercambian por otros para que el ambiente se mantengan simple y el niño pueda seguir descubriendo y aprendiendo.
Habitaciones al estilo Montessori
Si bien el método Montessori se puede usar en cualquier espacio del hogar, es particularmente útil para las habitaciones de los niños, ya que es lugar en el que pasan más tiempo y con el que se identifican.
Bajo el enfoque de María Montessori, las habitaciones de los pequeños deben estar libres de desorden con lugares claramente designados para descansar, divertirse y vestirse.
Para fomentar la independencia, el tamaño de los muebles debe adecuarse al tamaño de los niños y estar a su alcance. Por ejemplo, un armario bajo con opciones limitadas del que pueda tomar su ropa o una estantería sin puertas en la que encuentre sus juguetes son buenas opciones para implementar.
Así mismo, contar con una cama Montessori también es importante. La baja altura de estas camas les permite a los niños subir y bajar de ellas sin pedir ayuda a sus padres. De esta manera, son capaces de decidir cuándo acostarse a descansar y cuándo levantarse sin problemas.
Puntos clave de las habitaciones Montessori
Además de lo mencionado anteriormente, las habitaciones Montessori se diferencian de una habitación tradicional por sus colores y por los juguetes que se hallan en ellas.
- Colores en los espacios
Uno de los principios del método Montessori implica evitar que los niños se distraigan y obstaculicen su aprendizaje con elementos del entorno. Uno de estos elementos viene dado por el color. Diseñar ambientes con colores vivos resulta demasiado estimulante para un niño y, como consecuencia, se satura e inquieta.
Por ello, es común que las habitaciones Montessori tengan paredes de colores pasteles, blancas e incluso grises claros. Así, el niño es capaz de enfocarse en sí mismo y su relación con los materiales didácticos.
- Juguetes Montessori
Los niños suelen tener habitaciones repletas de juguetes. No obstante, en una habitación Montessori, los juguetes se reducen al mínimo. Además, los juguetes al estilo Montessori son materiales especialmente diseñados para estimular el trabajo práctico y la búsqueda de soluciones.
Con ellos, los niños ponen en práctica habilidades psicológicas y motoras. Es decir, no están hechos solo para divertir a los niños como los juguetes tradicionales. Conocer estos detalles te permitirá diseñar el espacio Montessori ideal para tu pequeño.
Cuando se trata de implementar los principios Montessori en el hogar, la idea intriga a la mayoría de los padres debido a que no están seguros de por dónde empezar. No obstante, todo comienza con un cambio de mentalidad.
Como padres, debemos comenzar por comprender que los niños, incluso los más pequeños, son más capaces de lo que creemos. Tan pronto lo hayamos reconocido, no habrá mayores dificultades para dejarse guiar por el método Montessori. Y, con él, hacer los cambios que garantizarán una mejora en la educación y el desarrollo psicomotor de los pequeños.